miércoles, 8 de enero de 2014

Posiciones sexuales que sirven como ejercicio

Si tuvieras que elegir entre comerte un rico bombón y practicar sexo alucinante, ¿Qué elegirías?

Si te cuesta tomar una decisión, es porque el sexo y la comida son dos de los deseos humanos más fuertes y más estrechamente vinculados: “La satisfacción de comer una deliciosa comida y la satisfacción de mantener relaciones sexuales, activan los receptores del placer en el cerebro.




Si no quieres renunciar al placer que te proporciona un buen dulce, pero quieres mantener la línea, utiliza tus relaciones sexuales como ejercicio.

Existen ciertas posiciones sexuales, en las cuales activas los músculos  y haces ejercicio al mismo tiempo.
Estas posturas son:

Postura del misionero: esta postura suele utilizarse cuando uno es perezoso, está cansado o simplemente no le interesa mucho practicar sexo. A pesar de ser una de las opciones más pasivas para la mujer, para el hombre, al estar en la parte de arriba, es un buen entrenamiento.  Depende del entusiasmo que le pongas a tus relaciones, pero si el empuje es generoso, el misionero puede ser una buena para hacer ejercicio con los abdominales. Céntrate en la elevación de la pelvis mediante su centro, no en la espalda baja. También puedes fortalecer los glúteos, apretando las nalgas



Postura del perrito: en esta posición se trabajan tanto los cuadriceps como los glúteos ya que la mujer tiene que estar a cuatro patas. Si en vez de tener las manos en la cama, las tienes contra la pared, en cierto modo, estarás usando la parte superior del cuerpo para ayudar al empuje, ejercitaras los hombros y entrenarás la parte superior del torso.



Vaquera: con esta posición, ejercitamos la parte inferior de las piernas, el culo y el núcleo. Si variamos un poco la postura básica, y hacemos una sentadilla sobre el chico, también trabajaremos piernas y caderas.



Loto: al igual que la posición del misionero, esta postura es una de las más pasivas. Sin embargo, los músculos utilizados son el mismo que en la posición anterior. El núcleo estabiliza el cuerpo y los glúteos trabajan durante el empuje.



De pie: Es una de las posiciones más difíciles. Aquí entra el juego la parte superior de los brazos. Si la mujer se sujeta  sobre las piernas, los músculos de las piernas trabajan para mantener la posición vertical y el equilibrio. Si envuelve las piernas alrededor de la pareja, necesitara más fuerza en los brazos para agarrarse.



Tijeras: es una de las menos intensas. No hay sujeción del peso corporal lo cual hace que la penetración sea más suave y lenta.



Puente: con esta posición, la mujer queda mirando hacia arriba, usando las cuatro extremidades y manteniendo el peso corporal. No es una postura para hacer durante mucho rato.

 

Añade a todas estas posturas lubricantes de sabores y tus relaciones serán mucho más dulces.

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